Ese lunar...

Lunares o puntos, sencillas formas y muchas veces muy pequeños, pero siempre hacen notar su presencia. Permiten unificar diferentes texturas, rayas con flores,  lunas con sapos... El lunar es universal, aparece en texturas africanas, en la moda parisina, en las graciosas faldas de las bailaoras españolas, en un babero de bebé o en una cinta de gasa que envuelve un sombrero elegante.

Su nombre viene de luna y la luna es el universo! Y eso recuerda mi infancia, cuando las noches eran más claras, y panza arriba en el verano, podía entretenerme con bellos cielos limpios cargados de estrellas, cargados de puntos que se conectaban entre sí formando las figuras conocidas y todas aquellas que mi imaginación tenía ganas de descubrir.

Los artistas más fascinantes han contribuido a enriquecer el valor de los puntos en sus obras. Los usó Miró en la magia de sus constelaciones, Gustav Klimt en el inagotable mundo de texturas que utilizó.

El lunar es un punto. Punto seguido, punto y coma, punto aparte, punto suspensivo, dos puntos. Tan pequeños signos cargados de tan variados significados!

Por todo ello, utilizo puntos en mis gráficas, porque son rítmicos, porque son música, conectores de vida, porque divierten, porque marcan caminos, porque determinan un principio y un fin, porque bailan suavemente, porque se sacuden con frenesí, porque indican pausa... En definitiva, los uso porque me gustan y punto!

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